domingo, 17 de noviembre de 2013

Amor ciego (saliendo del túnel).

Forzar como sinónimo de pecado, auto-engaños, falsas ilusiones, imaginar algo que tu corazón ilusionado quiere, pero que tu cabeza inquieta, y loca, muy loca, te dice que jamás ocurrirá, tal vez, sea fallo mio, seguramente si, que el tonto sea yo,  que viva en un mundo de ilusiones, de segundas oportunidades, de infinitos" lo siento", o de "esta vez empezaremos algo que jamás vayamos a olvidar", momentos que la ves y haces olvidar todo lo malo, pero no nos engañemos. porque no vale la pena hacerlo, después vuelvo otra vez a caer en la misma trampa,  en la monotonía de la desilusión, de la negatividad, ya no quiero tirar la toalla, quiero cambiarla por otra nueva, mejor, esta está sucia, usada, secadas por lagrimas, tristeza y dolor van bordada en ella.
Necesito un cambio de personalidad, aunque con la misma esencia, misma ideología, mismo yo, jamás me fue mal, tal vez exigí demasiado, quizás no merezca la pena seguir ese camino, donde me recuerda que viva en una montaña rusa, aunque sin final feliz, sin poder decir, lo malo ya paso, ya estoy tranquilo, no veo futuro ni contigo ni sin ti, hay vida más allá de nuestra muerte, donde la palabra resucitar no existirá ni al tercero de los días, decirlo es una utopía, donde el miedo ya paso, es hora de ser valiente, y disfrutar de lo pasado, centrarse en el presente, ceñirse en el futuro más cercano, hora de coger a la valentía de la mano, la vida no esta hecha para cobardes, ni para tímidos, solo vale luchar por lo que quieres, por lo que sueñas, por lo que tu corazón y gana,  te digan en el dictado de la vida.
Me quedo con tu recuerdo, con tu mirada, pero no en tu camino, tengo ganas de ilusionar, aunque más que me ilusionen , de vivir placeres incontrolados, de sentir sintiendo sentimientos, de vivir experiencias tan nueva e innovadoras  que me crea distinto a todo lo dejado atrás, perdóname si me precipito, pero ya no es hora de niñerías, tampoco de jugar al juego de la contrariedad de sentimientos, yo paso, tu me quieres, yo te quiero, tu pasas, los 16 años pasaron hace casi una década, no estoy preparado para eso, tal vez maduré, al menos para mi, quiero dar y recibir, donde no todo venga de mi, de mi boca, nada, sale de la tuya y menos de tu lengua.
Necesito peleas, celos, reconciliaciones, que el invierno no sea gris, ni lluvioso, ni que cada domingo sea un día perdido, sino ganado,  formando el mismo equipo, no competir entre nosotros, soy fácil de ilusionar, de impresionar, algo más difícil de conquistar, quiero tener miedo a perderte, quiero presumirte, consumirte, quiero que seas mía, sentirte afortunada de tenerte a mi lado, no hablo de ti, hablo de ella, quiero un amor tan simplicista que lo hagamos complejo,  no quiero engaños, ni mucho menos excusas, no quiero tiempo perdido, lo quiero ganado, cansado de tantas restas, que no me acuerdo de lo que era sumar, menos multiplicar, estamos divididos, en un túnel, donde la única salida no es ir de la mano, si ir separado, de uno en uno, ya lo decía Platón, hay que salir de ahí para poder ver la luz, hay vida inteligente fuera del maldito túnel, dentro está oscuro, no veo la realidad de las cosas, de ti, de mi, de los dos, necesito salir, solo, mejor que mal acompañado, para poder verme, valorarme, poder sentirme, ver que hay vida inteligible fuera de él, es de torpe estar ahí, mejorando a ser inteligente, a no ser el mismo idiota de siempre, veo la luz, queda poco para salir, y descubrir buenos e inteligentes mundos, nunca esta de más tropezar en piedras mientras que no acabemos desollado o magullado, sin ganas de volver a andar, más activo que nunca, con ganas de recuperarme de las leves heridas, y salir del dichoso túnel, sin más, me despido, mañana veré el sol en esta temporada oscura y fría, aunque llena de aprendizaje.

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