lunes, 28 de octubre de 2013

De kilómetros a milímetros.

Kilómetros que se convierten en sinónimo de tristeza, dudas, celos, más dudas pero sobre todo no abrir la llave de tu corazón. Puerta entreabierta, ¿A qué espero para dar un paso? Tal vez a que decenas de kilómetros se conviertan en centenares, tal vez tarde , como siempre. Sus dudas hacen que cada vez esté más lejos, y esta vez no hablo de kilómetros precisamente, da rabia no poder demostrar lo que eres, pero aun más lo que verdaderamente podrías ser y hacer, y seguramente no será. Pesimismo aparté, no quiero pensar, no quiero sentir ya ni siquiera amar, ni echar de menos, ni desear, ni tener que escribir , ya no quiero tener que imaginarte cada noche sin faltar a ninguna como sí de un trabajo laborioso se tratase en el que cada día consigues un peldaño más, por supuesto solo hablo de mis sueños. Quiero tocarte ,sentirte, besarte, mirarte, apretarte tan fuerte que me digas basta, quiero ver tus ojos llorosos de emoción , quiero beberte en tu copa de ron, en la primera, pasando por la segunda y terminando con la décima . Quiero poder sentir que sientes , quiero amar y saber que amas, llorar lo que llores pero sobre todo quiero que sea mía, conmigo. Que deje de imaginar, de soñar, pero sobre todo de planear, que el único plan que quiero es el vaya pegado al "hoy", "ya", al "este momento", "hagamos locuras", o quizás al "no dejemos de hacer hoy lo que mañana tal vez no se pueda hacer o quizás y peor me lo pongo no queramos hacer mañana". Sin más espero que estos putos dichosos kilómetros tengamos el valor de que algún día, multiplicando nuestras ilusiones, seamos capaces de convertirlos en cercanos, diminutos y pegados milímetros a tu lado, a través de millones de sentimientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario